Mi tatarabuelo Florentino vivía en un pueblo del Valle del
Ambroz, Casas del Monte. Allí se caso con mi tatarabuela Trinidad, antes de que
él se fuera a Cuba, mi abuela tuvo a mi bisabuelo Juan , padre de mi abuelo
materno.
Documento de identificación de Florentino expedido en la Habana, Cuba, en 1925
Embarcó en Cartagena, Murcia. El viaje duró aproximadamente un mes y
medio.
Cuando llego a Cuba su primer trabajo fue cortar cañas de
azúcar.
Este fue el mechero que le dieron a Florentino para quemar las cañas de azúcar, antes de recolectarlas.
Cuando ya estaba asentando allí encontró un puesto de trabajo como guardián
nocturno en una construcción de un hotel.Lo único que le dieron fue un silbato y un cuchillo: el
silbato se lo entregaron para avisar a la policía más cercana en una situación violenta y el
cuchillo para defenderse.
Silbato para avisar en caso de necesidad a la policía
En aquella ciudad cubana había más gente de su pueblo y todos
los domingo se reunían en un bar para jugar a las cartas.
Carta de Florentino a su mujer y a su hijo Juan desde La Habana, Cuba
Pasado un año volvió a España.
Se trajo como recuerdo el silbato, el cuchillo y algunas
postales.
Su propósito al ir allí era conseguir dinero, pero al ser tan
mala época, gastó mucho del dinero ahorrado en la compra del billete de vuelta, por lo que no no trajo mucho dinero.
A mi abuelo, su hijo Juan, le contaba que la vida allí era muy dura.
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