Mi tía Julia emigra a Irlanda

Trabajo realizado por MARÍA GONZÁLEZ ALÉS, de 1º ESO C, curso 2015-16.

La protagonista de mi trabajo es mi tía Julia, ella es la pequeña de cuatro hermanos y además es la madrina de mi bautizo, tiene 39 años. A lo largo de su vida ha estado en diferentes ciudades por motivo de trabajo de sus padres, cuando era niña, y por sus estudios o su trabajo, cuando ya ha sido adulta. Estudió Ingeniería en Diseño Industrial en Mérida y además tiene un máster realizado en CETEM (Centro Tecnológico de la madera) de Murcia, y otro realizado en la Universidad de Extremadura. Trabajaba de ingeniera en Badajoz, pero al quedarse sin trabajo y no conseguir otro empleo durante dos años decide marcharse a Irlanda, concretamente a Dublín.

 Ella llevaba dos años sin empleo y decide estudiar unas oposiciones de la Junta de Extremadura, después de seis meses estudiando algo que no le gustaba , decide dejarlas y marcharse de España a buscar algo mejor. Lo que le impulsó a dejar su hogar fue que el trabajo que conseguiría con esas oposiciones no le iba a gustar, y destruiría su vida por completo, eso le llevó a pensar que tenía que luchar por su vida, por su futuro y que si España no se lo permitía tendría que hacerlo en otro país.

Antes de marcharse, en su día a día, trataba de no pensar ocupando su tiempo con diferentes hobbies, pero al darse cuenta de que los años pasaban y que una persona con su currículum no encontraba nada, se entristeció, ella buscaba ocupaciones diarias para no convertirse en un desperdicio como la sociedad hace con las personas que se encuentran en paro. 

Un conocido se había marchado a Irlanda a los tres meses de quedarse en paro, no como ella que esperó durante dos años esperando que alguna empresa privada la contratara, pero al ver que era imposible decide buscar su vida y un respaldo económico fuera de España.

Elige Irlanda porque en su último año de carrera estudia y vive allí durante 9 meses, le encantó, así disfrutaría de su gente y sus paisajes de nuevo. El 25 de febrero de 2015 se monta en un autobús desde Badajoz a las 12 de la noche que llegó al aeropuerto de Lisboa a las 5 de la mañana, después cogió un avión dirección Dublín que aterrizó a la una del mediodía, fue un viaje muy largo para ella, pero su nueva vida no hacía más que comenzar.

Al principio se fue a vivir con una familia que ya conocía de otro viaje a Irlanda, se apunta a una academia de idiomas para mejorar su inglés lo antes posible y aunque le costó mucho porque decide no hablar con nadie en español, siente el rechazo del resto de los alumnos y solo el apoyo de la familia con la que vivía, estos le decían que estaba haciendo lo correcto, y que en el futuro se alegraría. Su inglés mejoró mucho y solo tiene una amiga española con la que la mayoría de las veces habla en inglés. 

Le costó encontrar trabajo y después de seis meses gastando sus ahorros y con muchas lágrimas de desesperación, se preguntó a sí misma si realmente merecía la pena seguir. Ahora piensa que sí ha merecido la pena.

El pasado 27 de julio de 2015 empezó a trabajar en una cafetría que se encuentra al lado de la playa en un pueblo llamado Bray, en el Condado de Wicklow. Mi tía nos cuenta  de esta manera en qué consiste su trabajo:

            "Mi trabajo iba a consistir en hacer café, bocadillos, o estar en la caja de la cafetería, eso duró menos de un mes, después me pasaron a otra posición ya que mi inglés no era lo suficientemente fluido como para comprender todo lo que los clientes decían. Empecé en la posición de FLOOR STAFF en agosto, aunque mi general manager me dijo que esto cambiaría en septiembre, nunca ha pasado. Al principio fue otro paso difícil en mi vida de ser ingeniera y trabajar en una oficina toda mi vida, a trabajar en hostelería en la posición más dura que cualquier persona pueda imaginar (físicamente hablando). Te pasas horas recogiendo platos y copas de las mesas de los clientes, algunos de ellos amables y otros que teniendo la cafetería hasta arriba te dice que le limpies la mesa otra vez, que cuando has trabajado una semana 30 horas seguidas no crees que tu manager te ponga alguna más otra semana, sí te puede poner hasta 45 horas a la semana, y también puede hacer que trabajes 9 días 9 horas seguidas, sin descanso en NAVIDAD, y que trabajes el 31 diciembre y el 1 de enero. Muy duro, pero tengo un trabajo, gano más que de Ingeniera en mi país, ya que aquí por el momento me pagan todas las horas que trabajo, no como en España, que cuando te quedas más tiempo trabajando tu jefe a veces no te da ni las gracias, y de pagarte horas extra ni hablemos...

Me da tiempo para disfrutar, sí, todas las semanas tengo dos días libres SAGRADOS, en los que disfruto de Dublín, amigos, o simplemente de estar en casa cocinado o viendo una película".

Al principio mantenía contacto semanal con su familia, a través de correo electrónico, llamadas de Skype o Whatsapp, últimamente le resulta más complicado.

Los ciudadanos de Irlanda no la han tratado mal, su trabajo lo consigue gracias a una chica irlandesa que vivía con ella, además trabajó antes en una Charity shop y su jefe escribió una muy emotiva carta de recomendación, está muy contenta por el trato recibido de los irlandeses hasta el momento, y se quedará en este país.

Admite que muchas veces se ha sentido excluida en su lugar de trabajo, sus compañeros irlandeses no le daban ni los buenos días y eran envidiosos, esto le dolía mucho, pero a sus jefes les gustaba su forma de trabajo y no le importó la opinión de sus compañeros. Un día el jefe habló con sus compañeros para que cambiaran su comportamiento, desde ese día se sintió mucho mejor en el ambiente de trabajo.

Para ella ha sido fácil integrarse en la vida irlandesa, al principio los horarios de la familia donde vivía le resultaron un poco extraños, cenaban a las 6 de la tarde y se acostaban a las 9 de la noche, por eso decidió levantarse muy temprano para ir a nadar a las 6 y media de la mañana, así era un placer acostarse a las diez de la noche.

Mi tía Julia está muy contenta con su nueva vida. Es muy feliz y por fin ha encontrado trabajo. La echamos mucho de menos pero aun así estamos muy contentos por ella.