La añoranza

Texto tomado de Me vine con una maleta de cartón y madera, de Geerta van Os, Publicaciones del Múseo de Cáceres, Cáceres 2009, pag 59.
"Para muchos hombres fue un gran cambio trasladarse del campo español a una ciudad industrial holandesa. A menudo eran hombres que venían de pueblos pequeños y aislados, donde los caminos todavía no estaban asfaltados y muy pocos se atrevían a pasar las fronteras de la región. Viniendo de comunidades donde todos se conocían y todos sabían todo de cada uno, llegaron a Eindhoven o Helmond, a un mundo totalmente diferente.
Había hombres que apenas se atrevían a mostrase fuera del campamento residencial o de la fábrica. La mujer holandesa de un emigrante españaol contó una historia que pasó cuando su marido vivía en uno de estos campamentos, en la época en que eran novios. Ocurrió que un compañero de su marido con quien compartía habitación, le pidió a ella que comprara en la ciudad un pijama, porque él mismo no se atrevía. Había hombres cuyos límites fueron determinados por la fábrica Philips;fuera de este área se sentían amenazados y expatriados.
Sobre todo los hombres casados con una familia en España, que estaba esperando todos los meses con ansia el sueldo de Holanda, estaban afligidos por la añoranza."

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