..."las penas se llevan mejor con amor y compañia"....

Francisco y su mujer, Isbel,  cuando se conocieron en Alemania paseando por una playa.


Relato realizado por Javier , nieto de Francisco Tomé.

La historia de mis abuelos maternos , es como la mayoría de los emigrantes, se fueron buscando un bienestar económico para poder ayudar a sus padres y a sus hermanos pequeños.
Mi abuelo materno emigró a  Attendorn ( Alemania) en el año 1964, vivía en Jaén y se quedó huérfano de padre muy joven, según me dice mi abuelo, él se fue porque en España no había nada de trabajo ni posibilidad de encontrarlo.
Sus hermanos emigraron a Cataluña, donde siguen viviendo actualmente, mi abuelo estuvo desde el año 1964 hasta 1975.
Según me comentan mis abuelos los emigrantes desempeñaban los trabaos más duros, los más peligrosos, los menos cualificados y los peores remunerados.



Francisco e Isabel  con un grupo de amigos, son los dos primeros por la izquierda.
La historia de mi abuela materna es casi igual, ella emigró a Attendorn entre los años 1962 y 1975. Se fue sola con una triste maleta de madera, sin conocer el idioma y sin haber salido del pueblo. Previamente  estuvo en Madrid en una casa sirviendo durante cerca de un año, hasta que su padre se enteró de que no la trataban bien, y que estaba todo el día  trabajando sin descansar.
Mi abuela me ha contado que después de venir de Madrid y ver que no había trabajo en el pueblo, decidió irse a Alemania, ya que muchos amigos del pueblo se habían ido y les iba muy bien. Ella confiaba en que ellos  la ayudarían a salir adelante allí.
Y así fue, el viaje fue muy triste para ella, porque no sabía cuándo volvería a su pueblo con sus padres, pero tenía que ayudar a sus padres y a sus hermanos que eran muy pequeños.
Lo pasó muy mal, trabajaban en muy malas condiciones, pasando muy frio y hambre, pero al fin un día tuvo suerte…. Conoció a mi abuelo y “las penas”, según mi abuela “se llevan mejor con amor y compañía”.
Mi abuelo trabaja en una fábrica de metales, era tornero y mi abuela en la misma fábrica, era montadora de piezas, allí se conocieron y se enamoraron.
Mi abuelos se casaron el año 1966, pero todo su afán era ganar dinero para venirse a España, vivían en una habitación alquilada con derecho a concina y cuarto de baño, pero eso no les importaba hasta que nació mi tío en l año 1967, y después mi madre en el año 1968.
Francisco con su mujer y sus hijos, Javier y Guadalupe, en Alemania


Alquilaron una pequeña casa en un barrio en el que vivían los españoles en su mayoría, entre ellos formaron una gran familia que se ayudaban entre todos ( esto lo recuerdan con mucho cariño de sus años en Alemania).
Pero lo más triste para ellos fue cuando decidieron trabajar mucho y muy duro para ahorrar dinero y comprarse una casa en Madrid, entonces decidieron que mi madre y mi tío se fueran a vivir al pueblo y cuando compraron el piso se fueron a Madrid.
Mis abuelos comentan que fue muy duro llevar a mi madre y a mi tío al aeropuerto y dejarlos en mano s de una azafata, ya que en Madrid los recogían sus padres, pero tenían que hacerlo. Después de pasar un tiempo en España , mi madre y mi tío volvieron a Alemania, hasta que en el año 1975 mis abuelos regresaron a España definitivamente, no querían que sus hijos perdiesen las raíces españoles y, al fin y al cabo, habían ahorrado dinero para comprar una casa y vivir hasta que encontrasen trabajo.
Y así es la historia de mis abuelos, como la historia de la mayoría de los emigrantes. No es mejor ni peor que otras.
 Es la historia de una personas luchadoras y trabajadoras que dejaron parte de su vida en conseguir un sueño, un sueño que consiguieron  con mucho esfuerzo.

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